Tratamientos endodoncia mecánica y microscópica
La endodoncia es la rama de la odontología que se ocupa de la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades que afectan a la pulpa (comúnmente conocida como “nervio”) del diente y a los tejidos circundantes al diente.
La endodoncia microscópica es aquella que hace uso del microscopio operatorio, que se trata de una herramienta fundamental para llevar a cabo los tratamientos de endodoncia, ya que permite al operador poner al servicio del paciente todo su potencial y conocimiento para obtener un tratamiento exclusivo y predecible, independientemente de la complejidad del caso que se presente.
En IOC Clínica Dental todas nuestras clínicas cuentan con la última tecnología, entre las que destaca el microscopio operatorio del que hacen uso nuestros endodoncistas.
Uno de nuestros endodoncistas, el Dr. Gonzalo López Lajarín, nos aclara en vídeo en el siguiente artículo las principales dudas acerca de los tratamientos de endodoncia.
Las limas manuales confieren una preparación del conducto más irregular que las mecánicas, al no aplicarse las mismas fuerzas ni presión sobre los mismos de manera homogénea, pudiendo debilitar o desgastar más unas pareces que otras.
Las limas mecánicas precisan un menor tiempo de preparación del conducto y de una manera más regular, traduciéndose en un menor tiempo en el sillón dental por parte del paciente con la boca abierta y menor número de sesiones, incrementando la calidad y garantías de éxito de la endodoncia.
Además, los sistemas rotatorios o mecánicos previenen las facturas de limas durante la instrumentación del conducto radicular. Junto con una visión microscópica de los mismos nos garantiza la localización y preparación de 'microcanales', que de otra manera no serían muchas veces localizados, con el consiguiente riesgo de fracaso de la endodoncia por infección pulpar remanente.
La endodoncia es un procedimiento que trata el interior del diente y que permite mantener su dentición natural, el hueso y la encía que le rodea, así como su funcionalidad.
De este modo se ayuda a conservar una sonrisa natural, comer con comodidad y que, con un adecuado cuidado, pueda durar como el resto de su dentición.
Necesitaremos una endodoncia cuando la pulpa o nervio del diente esté afectada de forma irreversible por caries profundas, traumatismos o lesiones endoperiodontales.
En estos casos, el diente puede volverse sensible al frío, el calor o a la masticación. El dolor puede ser intermitente o constante, incluso el diente puede cambiar de color, aparecer un flemón o una fístula.
También es aconsejable realizar una endodoncia en dientes que requieran grandes tallados para la posterior colocación de coronas o puentes.
En la mayoría de los casos, los tratamientos de endodoncia pueden realizarse en una sola sesión.
En algunas ocasiones, debido a la situación clínica del paciente, la dificultad técnica del caso, la experiencia del profesional u otros parámetros, pueden ser necesarias dos o más sesiones, siempre a juicio del profesional que la realiza.
El tratamiento de endodoncia suele ser prácticamente indoloro, ya que a día de hoy se utilizan anestésicos locales muy eficaces y de larga duración.
Acabado el tratamiento y pasado el efecto de la anestesia, podría aparecer alguna molestia durante unos días, sobre todo con la masticación, debido a la inflamación postoperatoria de los tejidos que rodean el diente. En estos casos se requeriría una medicación adecuada.
No solo se puede, sino que en la mayoría de las ocasiones es el tratamiento idóneo para resolver este problema.
Un flemón se produce por la existencia de un proceso infeccioso en los tejidos que rodean el diente. Muchas veces se debe a una enfermedad de la pulpa (nervio).
Con la endodoncia eliminamos la pulpa enferma y conseguimos la desinfección de los conductos del diente.
Después de un correcto tratamiento de endodoncia y una restauración definitiva del diente, realizada por su odontólogo o estomatólogo, este se comportará igual que los demás tanto en su función como en su duración, requiriendo los mismos cuidados de higiene, prevención y revisiones periódicas que cualquier otro diente.
En algunos casos, en los que existan lesiones previas en los tejidos que rodean el diente, será necesaria la curación de las mismas.
Los dientes endodonciados no tienen por qué ser más frágiles que los demás, siempre y cuando sean correctamente restaurados.
En los casos de dientes posteriores puede ser conveniente proteger las cúspides mediante reconstrucciones adecuadas o coronas, para una mayor durabilidad de los mismos.
Es importante acudir al dentista periódicamente (al menos una revisión anual) para evitar la aparición de caries u otros factores que pudieran influir en el pronóstico del diente endodonciado.
Asimismo, es fundamental no demorar en exceso la restauración de los dientes endodonciados para evitar cualquier complicación o fractura de los mismos.
Nuestra prioridad debe ser la de intentar que se mantenga la dentición natural.
Cuando no es posible, la alternativa es la extracción y sustitución del diente; pero hay que tener en cuenta que ninguna forma de sustitución, incluida el implante, puede competir con un diente natural en cuanto a estética o propiocepción se refiere.
Las únicas 3 contraindicaciones para mantener un diente en boca por medio de una endodoncia son:
1. La presencia de una fractura vertical.
2. Una proporción desfavorable entre la corona y la raíz.
3. Un soporte periodontal insuficiente.
Estos puntos son los únicos casos en los que se debe valorar la alternativa a la endodoncia.
Los estudios científicos muestran un porcentaje de éxito similar entre el diente endodonciado y el implante.
Sin embargo, mientras los estudios de endodoncia determinan el éxito o el fracaso en función de parámetros claros y bien definidos; los estudios que analizan el pronóstico de los implantes suelen ser estudios de supervivencia, es decir, solamente observan si en un tiempo determinado el implante está o no está en boca, pero no suelen tener en cuenta si hay complicaciones asociadas u otros parámetros importantes de calidad.